Queremos empezar este artículo sobre qué es la ósmosis inversa y cómo se realiza el proceso de ósmosis inversa con un dato que, probablemente, te resulte curioso…
¿Sabías que el primer sistema de suministro de agua potable a una ciudad entera no llegó a nuestra sociedad hasta el año 1804? En concreto, fue la ciudad de Paisley, en Escocia, la primera en consumir un agua de estas características.
Hoy en día, disfrutamos de agua potable gracias a nuestro sistema de tuberías. Sin embargo, ¿alguna vez te has parado a pensar la cantidad de suciedad que puede discurrir por ellas? La antigüedad de las mismas puede facilitar la aparición de óxido pero, además, y por muy desagradable que resulte, por las tuberías pueden discurrir desechos tóxicos, bacterias, virus e incluso pelos, heces fecales o ratas. Casi mejor no pensarlo, ¿verdad?
TIPOS DE ÓSMOSIS INVERSA
Como te contamos en nuestro anterior post, son muchas las características a tener en cuenta a la hora de elegir un equipo u otro de ósmosis inversa. Si bien, una de las más importantes es si decantarnos por un equipo de ósmosis inversa con depósito o de flujo directo.
La principal diferencia entre uno y otro es que el equipo de flujo directo no necesita ningún depósito donde ir acumulando el agua que va filtrando, puesto que la filtra en el momento, de manera directa. No necesita depósitos que retengan el agua.